lunes, 30 de abril de 2012

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Haruki Murakami

Confieso que tuve algunas reticencias antes de aventurarme a leer a Haruki Murakami (Kioto, 1949). Recuerdo que varias personas que conozco decían estar leyendo algún libro de este autor pero las claves que me daban no suscitaban mi curiosidad. Leí una discusión en Café Literario que me animó, se discutían varios títulos y pregunté cuál sería el más recomendable para iniciarme. Casi todos los participantes coincidieron en recomendarme este en particular.

Gran parte de los críticos literarios están de acuerdo en que este es, quizás, el mejor libro hasta el momento de Murakami. Es un libro extenso, de lectura agradable y sencilla, en el que aparecen personajes que van tomando forma a borbotones en capítulos dedicados a ellos y que en varias ocasiones tienen forma de carta.

Lo más llamativo del libro es quizás el estilo argumental, realismo y ficción se dan la mano y caminan juntos por la trama sin distanciarse y sin tomar ninguno la delantera. El mundo de lo onírico tiene también gran importancia. Los sueños son reveladores y la acción discurre también a través de ellos, llegan a mezclarse con la realidad.

Hacer una descripción demasiado detallada de los personajes incurriría en desvelar gran parte de la esencia del libro. Como idea general debemos tener en mente que la historia gira en torno a Tooru Okada, quizá el personaje más plano inicialmente. A medida que vamos conociendo rasgos del resto de los personajes vamos formando también, aunque de forma más lenta, la imagen del protagonista.

Tooru Okada abandona su trabajo en un bufete de abogados. Vive con su esposa Kumiko, que sigue trabajando. Al principio del libro sabemos que el gato, Noboru Wataya, se escapa de casa. El gato comparte nombre con el cuñado del Tooru Okada, hermano de Kumiko, un ejecutivo sin escrúpulos capaz de cualquier cosa por ganar reputación y poder. Durante la búsqueda del gato van apareciendo personajes, una mujer que realiza extrañas llamadas de teléfono, May Kasahara, una adolescente que deja la escuela y que parece tan perdida como el Señor Okada pero con una inquietud filosófica que nos incita a todos a pensar, el Señor Mayami, pozo de sabiduría y por el que conocemos aspectos históricos de la guerra sino-japonesa y las hermanas Malta y Creta Kano, dos personajes con poderes psíquicos, al principio implicadas en la búsqueda del gato y luego en averiguar el paradero de Kumiko cuando esta decide abandonar a su marido. La antítesis del Señor Okada es su cuñado, Noboru Wataya, que se pone en contacto con el protagonista para pedirle que desista en la búsqueda de Kumiko y que rivaliza con él en carácter y actitud.

Un detalle a descubrir es el por qué del título del libro. El pájaro que da cuerda al mundo aparece numerosas ocasiones, en forma de leyenda o de una estatua de piedra en un jardín.

En resumen, es un libro ameno, de lectura fluída y que además incita al lector a descubrir otros títulos de la obra del autor.

Homeland


Un crítico famoso utilizó una frase que define muy bien mucho de lo que encontramos en Homeland. "Solo porque seas paranoico no quiere decir que no estén intentando matarte". Carrie Mathison (Claire Danes) es una agente de la C.I.A obsesionada con evitar ataques terroristas potenciales en E.E.U.U. Su obsesión la pone en el punto de mira de sus superiores, que dudan de su capacidad para desempeñar su cargo. Mientras Carrie trabajaba en Irak, un prisionero local le informa, antes de ser ejecutado, de que un soldado americano ha sido convertido al Islam por Al Qaeda.

Cuando Nicholas Brody (Damian Lewis), un sargento de la Marina dado por muerto es encontrado con vida y repatriado, los temores y la obsesión de Carrie apuntan a él. Sin nadie que la apoye, toma la decisión de iniciar una investigación ilegal, interviene los teléfonos del hogar del sargento y coloca microcámaras ocultas en diversos lugares de la casa. Carrie vigila todos los pasos desde su apartamento y descubre ciertas anomalías en el comportamiento de Brody que acentúan sus sospechas iniciales.

La serie juega bien con lo que el espectador y Carrie ven y crea momentos de gran tensión. Vemos con ella comportamientos indicadores de una personalidad agresiva o disfuncional por parte de Brody hacia su esposa ( Morena Baccarin) pero no hay cámaras en el garaje, lugar elegido por el sargento para rezar en árabe orientado a la Meca: solo el espectador es testigo.
La serie está basada, aunque con importantes diferencias, en la serie israelí חטופים (Khatufim), que se traduce por "secuestrados"  y conocida también por el sobrenombre "Prisoners of War". En esta última son dos los soldados que vuelven a casa después de pasar años como prisioneros de guerra en Siria.
Aparte del caracter envolvente de la trama, que nos va generando cada vez más temores y dudas, hay que destacar la interpretación de la pareja protagonista, sobretodo la interpretación de Claire Danes, que realiza un trabajo espectacular. Combina episodios histriónicos con momentos de control autoimpuesto para no levantar sospechas entre sus superiores, para no llamar la atención, para que le permitan completar la investigación en la que se va adentrando cada vez más hasta llegar a entrar en la vida de Brody... y siempre la misma pregunta en el aire ¿Tendrá Carrie razón?



sábado, 28 de abril de 2012

Knockemstiff, de Donald Ray Pollock

Knockemstiff, de Donald Ray Pollock es un libro compuesto de dieciocho historias que tienen lugar en la pequeña población del mismo nombre, perteneciente al estado de Ohio.

En la edición americana (Doubleday) se dan algunas teorías en tono jocoso sobre por qué un pueblo tan pequeño tiene un nombre tan resonante.Ninguna de estas teorías está formalmente aceptada pero son todas bien conocidas por los habitantes. Destaco una de ellas, por su carácter onomatopéyico y divertido: una mujer, durante el servicio eclesiástico del domingo pidió consejo al pastor de la iglesia porque su marido le estaba siendo infiel. El pastor, al escuchar a la mujer, simplemente exclamó "Knock him stiff". Es obvio que el "stiff" se presta a diversas interpretaciones.

Donald Ray Pollock, nacido en 1954 en Knockemstiff, es considerado hoy por muchos, el mejor escritor estadounidense en publicar en los últimos años. Yo solo he tenido ocasión de leer el libro que os presento y que me fue recomendado por el grupo Café Literario cuando fueron conociendo mis gustos. Recuerdo que la recomendación surgió en un intercambio de impresiones sobre "La Carretera" de Cormac McCarthy. Yo había mencionado cuanto me había gustado este libro y la sugerencia fue inmediata y unánime "tienes que leer Knockemstiff" y así lo hice.

Vayamos ahora con el libro

Todos los americanos vienen de Ohio, aunque sea brevemente -Dawn Powell.

Esta cita da comienzo a la obra y nos desvela en parte la intención de lo que sigue. El libro está tintado con un fuerte análisis crítico sobre la sociedad americana. El libro, como ya hemos señalado, está compuesto por dieciocho historias en las que encontramos a diversos personajes que se ahogan en el ambiente claustrofóbico del pueblo. Algunos, una minoría, sueñan con lugares lejanos y más prometedores; otros no se imaginan siquiera fuera de las fronteras del lugar, como se pone de manifiesto en una de las historias, en la que los trabajadores de una gasolinera mantienen un breve encuentro con unos foráneos de paso que  viven y se comportan de una forma absolutamente inusual para los habitantes de Knockemstiff.

Otro relato habla de la violencia contenida y de cómo liberarla se traduce una forma de redención existencial y de realización personal. Un padre y un hijo participan en una pelea provocada por ellos mismos y vuelven a casa orgullosos de hacerlo.

Otros personajes ahogan su frustración y su vacío existencial entregándose a las drogas, al alcohol y al sexo desenfrenado y sórdido. Dejo ya al futuro lector descubrir por él mismo los detalles de cada relato.

Foto de Knockemstiff


 Disfruté mucho del libro, el estilo que usa el autor es fácil de leer, una prosa ágil y llena de matices. En la edición original, , Ray Pollock transcribe a menudo el habla local, lo que contribuye a darle viveza al texto. El libro me impactó y me hizo plantearme si es posible que vivamos todos encerrados en Knockemstiff.

viernes, 27 de abril de 2012

Los cuadernos del Hafa, de Pablo Cerezal.

Es una tarea difícil para mí intentar catalogar la primera novela de Pablo Cerezal, me viene a la mente un sin número de etiquetas que descarto por resultarme demasiado obvias o por no atenerse a la realidad de lo que verdaderamente encontramos en el libro.

Como punto de referencia  geográfico y eje esencial  de la trama encontamos el Hafa Café en Tánger, familiar para muchos por la célebre composición de Luis Eduardo Aute, cantautor sobre el que aparecen algunas referencias en el libro. Referencias hay muchas, el libro está plagado de ellas, los nombres se suceden, aparecen en conversaciones entre los personajes, en reflexiones... y es ésta una de las características que más me ha llamado la atención. Supongo que habrá lectores que encuentren esta sucesión de nombres excesiva, incluso agotadora, para mí supuso ver  a personajes que imaginamos en otro contexto cultural tomar forma en torno al Hafa Café y ser parte integrante de la trama junto al resto de los personajes ficticios. Aparecen algunos exponentes de la Generación Beat, William S. Burrough, los Bowle; Brian Jones y  Brion Gysin intercambian una estremecedora carta casi al final del libro. Este grupo de personajes menciona a su vez a otros exponentes de la cultura de la época. Las referencias me han llevado a querer conocer la literatura de Mohamed Mrabet, hasta ahora un absoluto desconocido para mí y a interesarme más por la música de Jajouka.

Pero hay aún bastante más que todo esto, lo que ofrece el otro grupo de personajes, no son célebres, componen la sociedad marroquí y a través de ellos también discurre la acción. Como si de un curso de civilización se tratara, estos personajes nos guían por las costumbres y modos de pensar árabes, en general, y marroquíes en particular. Mantienen conversaciones en las que ponen de manifiesto sus ideales políticos, su visión del país, del mundo, nos adentran en su cocina, en sus casas e incluso en sus alcobas y nos plantean una pregunta retórica que carga con una gran parte del peso de la novela ¿Qué es Oriente y qué es Occidente?


Pero quizá lo principal a destacar sea el estilo del autor. De pasajes que rozan lo soez, reproducidos sin ningún tipo de tapujos, relacionados con el sexo y las drogas, pasamos a párrafos de absoluta belleza y maestría del lenguaje, encontramos citas indelebles que se clavan en la memoria y reflexiones que hacen que el lector cierre por un momento el libro e intente elaborar una opinión sobre lo planteado.

Algunos pensaran que el libro se sirve de la treta comercial del uso argumental del sexo y de las drogas pero la realidad, bajo mi punto de vista, es totalmente opuesta. Por lo citado anteriormente y por algunas razones más, el texto no resulta maquetado y listo para el consumo masivo, da más bien la impresión de ser un ejercicio experimental, al más puro estilo de las composiciones a las que todos los aficionados a la literatura nos hemos aventurado alguna vez, pero de una calidad sublime. Creo que aquí es donde radica el encanto esencial del libro.Parece estar escrito sin pretensión alguna pero destaca por lo personal del argumento y por la valentía de su estilo.